El doctor en cardiología Manuel Marina, perteneciente al Grupo de Cardiología del Deporte, presentó los resultados del proyecto de monitorización cardiaca al que se sometieron más de una treintena de árbitros de élite de la provincia de Las Palmas en colaboración con la empresa Nuubo. Marina Breysse fue presentado por José Antonio Ruiz Caballero, director de la Escuela Canaria de Entrenadores y vicepresidente de la FIFLP.

«Hemos obtenido valiosa información médica en el estudio realizado», indicó el doctor Marina antes de dar más detalles sobre el estudio, que fue llevado a un congreso de la Sociedad Canaria de Cardiología. Expuso que cuatro de los analizados tuvieron que ser estudiados más detalladamente por un cardiólogo. 174 latidos cardíacos de medio tiene el corazón de un árbitro en un partido de élite.

«¿Si me paso en la carga de entrenamiento me crea problemas cardíacos?». Esta pregunta abrió la conferencia antes de exponer las características anatómicas del corazón, órgano al que definió como una red eléctrica.

En esta línea proyectó un ilustrativo vídeo de un jugador de la liga belga que sufrió una muerte súbita en un partido y que fue resucitado automáticamente ya que portaba un desfibrilador intracorporeo que revirtió la arritmia.

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